“Los amantes del círculo polar” es mi película favorita así que cada estreno de Medem es un acontecimiento para mí. Después de la desconcertante y ruinosa “Caótica Ana”, Julio pone encima de la parrilla kilos y kilos de hermosa carne desnuda con Elena Anaya a la cabeza. ¿Hacía falta recurrir al más básico de los reclamos? ¿Pretende Medem que esta salsa de tetas y culos le permita recuperarse del descalabro económico? ¿O está "dando al público lo que el público pide"?
Habrá que esperar a ver si este impacto sensorial está al servicio de un buen guión que lo justifique y nuestro hombre vuelve al pelotón de cabeza del cine español en cuanto a calidad y taquilla. Por mi parte me quito el sombrero ante la franqueza de alguien que, en una sociedad de tantas apariencias como la española, reconoce abiertamente que “necesita el dinero”.
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