Da igual donde vayas. Compres donde compres la moda es un niño malcriado que espera obediencia. ¿Quieres pantalones rotos? Este año sólo están disponibles los de pitillo. ¿Quieres pantalones piratas? No se llevan esta temporada. Y si no, no pasa nada. Sólo tienes que esperarte al año siguiente. Y ves rezando para que el gurú que decide qué es guay y moderno tenga a bien de resucitar un estilo que no te parezca horroroso.