Lo bueno de la vida es que a veces te encuentras pequeñas sorpresas como esta. El corto dura 9 minutos y rebosa por todas partes: la técnica, el humor negro, los encuadres, la crítica al seguidismo ciego (aunque en el siglo XXI ya no sea a la Iglesia...).
Poned la mirada y el video a alta resolución. ¡Que pasada !
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