Este año ha tenido éxito en algunos países una canción para adolescentes llamada "Call me, maybe", de Carly Rae Jepsen.
Es el estribillo el que me ha dado la idea de escribir este artículo. Dice “Ey, acabo de conocerte y esto es una locura pero aquí te dejo mi número, así que llámame”.
Hay muchas constantes en el universo: Pi, la velocidad de la
luz, hacienda... y que tantas y tantas mujeres consideran la existencia de un grupo de mujeres, las
comúnmente llamadas "esa clase de
mujeres", pero al que curiosamente nadie parece pertenecer.
Es como la materia oscura, sabemos que existe, hacemos uso de ella para definir
que NO somos, pero si preguntases nadie parecería estar en ese grupo. No
existe.
Vivimos en una sociedad que reprime y tacha moralmente nuestros deseos profundos así que
cuidamos mucho de no hacer lo que no se debe. Ehhh… siiiii ... ¿Ya te has
dejado de reír?
Seguro que no. ¿Que no hacemos lo que deseamos? ¡Venga ya! Aquí cada uno hace lo que le da la
santísima gana: Mujeres que se acuestan a la vez con dos mejores amigos
(pero que ellos no lo sepan), mujeres que se acuestan con el novio de su amiga,
que lo hacen en la primera cita o con el jefe a la semana de haber llegado, que le ponen los cuernos al novio, que
proponen no usar condón nada más conocerse o cuando apenas habéis empezado a
quedar, mujeres como la protagonista del vídeo que van diciendo que no le
darían su número, o no se acostarían, con un desconocido... hasta que llega el
adecuado. En mi opinión, no existe ese
grupo. Da igual la edad o la clase social. Siempre que la mano derecha no
sepa lo que hace la izquierda, las chicas hacen, llegada la situación adecuada,
lo que desean por encima de lo que saben que la sociedad “les exige”. Es posible que muchas mujeres que estén leyendo esto piensen ahora mismo que ellas no son así. Pero... ¿realmente podrían lanzar la primera piedra? ¿Seguro que no hay absolutamente nada dudoso bien escondido en su pasado por lo que otra mujer les habría metido mentalmente en ese saco?
Cuando veo que las mujeres que estoy empezando a conocer hacen esfuerzos para que no las clasifique ahí las entiendo, pero me cansa. Es una de esas cosas por las que simplemente tengo que pasar. Y realmente hacen bien porque muchos, muchísimos hombres están locos por acostarse con ellas y luego tacharlas de "guarras". Y muchas, muchas otras mujeres tienen ganas de tacharlas de cosas aún peores. Sigo pensando que el peor enemigo de una mujer es otra mujer…
Cuando veo que las mujeres que estoy empezando a conocer hacen esfuerzos para que no las clasifique ahí las entiendo, pero me cansa. Es una de esas cosas por las que simplemente tengo que pasar. Y realmente hacen bien porque muchos, muchísimos hombres están locos por acostarse con ellas y luego tacharlas de "guarras". Y muchas, muchas otras mujeres tienen ganas de tacharlas de cosas aún peores. Sigo pensando que el peor enemigo de una mujer es otra mujer…
Así que yo afronto este tema desde un punto de vista
práctico: pongo en duda las cosas que me dicen cuando hablan para que no las
clasifique así, las trato siempre con el máximo respeto (como a todo el mundo)
y trato de guardar su honor como si fuera el mío propio.
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