Lejos de la incertidumbre

No sabes por qué te ha elegido. La tienes a tu lado y la proteges con un abrazo que ha dudado si posarse ahí o no. Ella huele a nuevo, su piel es tersa y caliente, su ropa interior está perdida pero cerca, esperando a ser recogida cuando se marche. No me permite dormir hoy, no mientras su mente vaya a 1000 por hora, no mientras su cuerpo le pida más nicotina, más alcohol, una segunda parte que no me apetece co-protagonizar. 

Hoy será el momento de destapar verdades, de conversaciones al borde de echarla de casa, de supuestas verdades que te costará creer, y sí, del éxtasis de la segunda parte. Ella te quiere azul, te quiere dispuesto y desde luego no te quiere para mucho más. Nos pediremos no dejar marcas de guerra, pero ella no es de las que se va sin quedarse un trofeo. Así que te marcará a traición en un momento de descontrol, cuando ya la tercera parte remonte el vuelo y me deje sin defensas, desfondado y con un recuerdo cuando me vea en el espejo los próximos días.

Sólo los ilusos creerán que ya llegó una nueva fase en la vida, lejos de la incertidumbre.