Continuo mi serie de artículos sobre ese ser del que algo le cuelga: el hombre heterosexual soltero y de mentalidad corriente también llamado single.
En las redes sociales de ligue, el hombre común seguirá siendo hombre con una ventaja: mostrará antes las cartas. Algunos tratarán de quedar enseguida porque quieren sexo rápidamente y si no quieres no le importará y se buscará a otra. Dicen que en meetic los hombres, que pagan alrededor de 30 euros al mes, los hombres van a por algo más serio. Desde luego, lo que los hombres lucen de estar en Meetic es que "se hinchan a follar". Pero es lo que queda bien decir, claro. Mi sensación es que lo que vosotras criticáis, que los hombres en internet somos demasiado directos y que está lleno de salidos, puede ser bueno para vosotras. ¿O es que preferís que os doren la píldora varias semanas y que os ilusionen sólo para un polvo de “si te he visto no me acuerdo”? No es que algunos hombres estén salidos y otros no. Todos queremos sexo. La diferencia es que unos son más educados que otros. Así que el problema real no es que estén salidos, es que no saben comportarse ni vender “su producto”. Y que en las redes sociales no hace falta quedar bien. Sabemos que tenéis una cola enorme de mensajes y que nuestra charla, si no da frutos, quedará enterrada en una pila de bytes. Y que ni siquiera quedará un recuerdo en nuestras mentes, ya que tanto él como ella habrá tenido cientos de conversaciones parecidas antes y después.
Los hombres se
comportan raro cuando compiten
en la seducción. Cuando el hombre
medio sabe que tiene tu atención y no está acostumbrado a estar con mujeres tan
bonitas como tú empieza a perder la naturalidad. Quiere impresionarte para
posicionarse por encima de la media porque
siente que no lo está. Su miembro viril está alerta y preparado para el
combate aunque tú no le hayas dado razones. La mayoría de los hombres “normales”
no podrá evitar pensar en acostarse contigo. Este video refleja con humor la
situación:
El hombres usan un método de ligar que no gusta a las mujeres. Un hombre que ya lleva cierto tiempo soltero no tarda en darse cuenta que para ligar con una tiene que acercarse a muchas. Igual que para conseguir un empleo hay que tirar muchos curriculums. Igual que para tener 1 amigo realmente bueno hay que ir descartando a muchos malos. Sin embargo, el deseo número uno de la mayoría de las mujeres es sentirse única, especial. ¿Cómo va a sentirse especial si le has "tirado los tratos a todo lo que se mueve" antes que a ella? Desde mi punto de vista, ese deseo femenino de que salgas de una isla desierta y ella sea la única a la que te hayas acercado es una quimera. Es imposible que un hombre que apenas se ha acercado a desconocidas sea capaz de hacer lo propio con una mujer bonita y que lo haga tan de puta madre que lo elija a él. Tal y como está montado todo esto, si no practicas no tendrás éxitos. El método de la pirámide o estadístico jamás será comprendido por la mayoría de mujeres puesto que atenta directamente contra ese deseo romántico de que el hombre perfecto no hace esas cosas. Pero es que el hombre perfecto no existe. El hombre experimentado sabe que las mujeres atraviesan muchas fluctuaciones emocionales y que el éxito llega de seguir luchando sin descanso hasta que llega una mujer interesante con el estado anímico favorable. Y aunque es cierto que es rastrero cuando realmente le tiras a todo lo que se mueve sin ningún criterio, intentarlo sólo de vez en cuando da muy pocas probabilidades de conseguir lo que se quiere.
Somos malos en la
cama. Hay una cosa que en general las mujeres no saben. Ellas, en un grupo que en el que hay verdadera
confianza cuentan detalles sexuales muy explícitos. Aprenden y comparan. Abren su mente cuando saben que su mejor amiga
ha probado el sexo anal y ha descubierto que sus orgasmos pueden ser aún más
fuertes. Los hombres no hacen eso.
La conversación sincera y confidente entre dos buenos amigos raramente pasa de
ella-diosa-está buenísima-me la follé. Y no lo hacemos porque los hombres somos
competitivos y no queremos reconocer defectos. No queremos compararnos con
nuestros amigos y quedar por debajo. Si dices que tuvisteis un orgasmo esa
noche el otro podrá decir que tuvo 3 y quedar mejor que tú. Así que los hombres no comparamos. Apenas
sabemos qué hacen los otros hombres. No compartimos detalles. Jamás
reconoceremos que hemos descubierto la potencia extra de un orgasmo estimulando
la próstata. Eso es de mariquitas. Eso es jugarse la hombría. Tampoco podemos
decir que la mujer con la que estamos tiene ciertos "gustos exóticos" o el pitorreo
y el status de ella quedará por los suelos. En definitiva,
cuando un hombre no recibe críticas constructivas de su pareja para mejorar o
no se compara con otros tiende a la autocomplacencia y de ahí a la mediocridad hay un paso.
Muchos hombres no
sienten esa necesidad tan grande
de tener mini-yos. Se sienten cómodos al haber alcanzado estabilidad financiera y emocional y entonces viene su
churri que ve que ya se dan las condiciones y dice que quiere ser madre. Y
entonces el hombre piensa “se acabó lo bueno”. ¿Por qué estoy criticando esta
actitud? Porque, efectivamente, alguien
tiene que tener hijos para que la sociedad funcione y si dependiera sólo de
nosotros… Cuando me reúno con amigos gays y hablan de sus conflictos de pareja
y proyectos de vida parecemos la noche y el día. Los “heteros” solteros bravuconeamos
que “todas buscan un constructor de nidos” y que es mejor una más joven que no
presione en ese sentido. La mayoría de gays no se preocupa del tema de hijos.
Aunque pudieran tenerlos, por ejemplo adoptándolos, es que ni piensan este tema.
Hablo de homosexuales inteligentes y espabilados con un trabajo estable, una
vida relativamente resuelta, no del prototipo de “loca” con ganas de juerga. No
los van a tener a menos de que hayan salido del armario después de tenerlos. No
les preocupa, no es su problema. No siente apenas este instinto. La sociedad,
la especie, lo que tú quieras necesita niños para seguir adelante. Tenerlos es
un salto al vacío que muchos hombres no darían sin sentirse presionados.
Algunos hombres se casan
aunque en realidad no quieran. Para nada voy a decir que esto sea
mayoritario. Lo repito otra vez antes de que me cuelgues de un palo. Esta no es una actitud mayoritaria.
¿Qué es lo que quiero transmitir? Que muchos hombres se casan por razones
equivocadas. A saber:
- Llevan toda la vida escuchando que lo acabarán haciendo y
lo asumen pero no lo desean realmente llegado
el momento.
el momento.
- Creen que al ser ya mayores otras mujeres no querrán
acostarse con ellos (esto lo he oído de borrachera unas cuantas veces) y se
aferran a lo seguro.
Yo me pregunto: Una pareja lleva ya varios años viviendo
juntos, ¿quién suele dejar caer lo de casarse? Ella, tras hacer cálculos de
cuándo quiere tener hijos. Y ellos en algunos casos aceptarán por tenerla contenta
y no quedarse solos. Da igual que sea él quien proponga matrimonio. Él lo
propone porque sabe que ella es la que quiere. Ella estará tan cegada por
cumplir su sueño que no se dará cuenta. Esta misma semana un fotógrafo de bodas
me comentaba que había hombres que le reconocían que todo eso no era lo que
querían en realidad. Que lo hacía por contentarla a ella. Si un hombre a punto
de casarse le dice eso a un tipo que acaba de conocer, algo falla. Y sí. Es
cierto que tener pareja significa muchas
veces hacer cosas que no quieres hacer para hacer feliz a tu pareja. Yo
cedo, tú cedes. El problema es que éste es un tema muy serio, tio. Hacer algo tan
fuerte cuando no quieres, cuando hace años que sientes que estás en una
relación desmotivadora, hace que acabes saliendo con tus amigotes un sábado y
digas que “estás hasta los huevos de comerte siempre la misma tostada” o que te
plantees divorciarte ya con hijos, algunos tenidos para ver “si la cosa
remonta” por esta nueva ilusión. Y cuando digas “Está loca como su madre” y yo
te pregunte “¿y no te diste cuenta en el noviazgo?” reconocerás que te dejaste
llevar… Te has jodido la vida por contentar a tu novia, a tu madre, a su abuela
y a la sociedad que te felicita y te hace regalos por casarte. Luego muchas
veces ocurre que ella se quedará con el piso, los hijos y parte de tu salario mientras
haya que mantenerles y te convertirás en un hombre amargado que despotrica en
los foros de internet lo brujas que son las mujeres. Me dicen que se están
produciendo avances en la justicia española con el tema de la custodia
compartida. Pero no olvidemos que en España antes de la crisis económica había
3 divorcios por cada 4 matrimonios. Los matrimonios son un instrumento muy
válido para tener una familia y probablemente el camino más seguro para vivir
feliz. Pero si lo transitas, ten claro
que realmente es lo que quieres tú o a la larga alguien lo pagará.
Es putero y mentiroso.
Si eres hombre y quieres sexo rápido con una mujer atractiva, joven, que no sea
la de siempre y lo quieres ya ¿Cuál es la opción más fácil para satisfacerte?
Pagar. Sabrás que se acuesta contigo por dinero pero cumplirás tu deseo. ¿Esto
es malo por definición? Eso debe decidirlo cada uno. El problema es
la gigantesca cantidad de hombres que lo hacen mintiendo a sus parejas (el
cliente prototipo que consume prostitutas está casado). Que pagan un extra por
hacerlo sin protección y luego llevan las enfermedades a casa. Que lo hace a
sabiendas de que ella está siendo explotada (cuando se da el caso). Que
traicionan las promesas que les hicieron a su pareja. Es muy duro ser coherente
en la vida. Es muy ruin y falso engañar a quién más quieres.
Tendemos a jugar a
varias bandas a la vez, puede que más que las mujeres. Los hombres sabemos
que tener amigas con derechos no es fácil. Y que duran poco, sobre todo cuando
no mientes. Así que lo más inteligente y práctico es, a ser posible, mantener
varias simultáneamente para tener una vida sexual regular. Si una falla tienes
a otra. Llegará un momento que ella no te exija ser pareja (aún) pero sí que
haya fidelidad sexual. Que “no quiere formar parte de un harén”. Muchos dirán
que sí y seguirán como hasta ahora y que “les quiten lo bailao” si ella se da
cuenta. Las mujeres también tenéis varias
citas simultaneas (recuerdo ahora mismo un episodio de Sexo en Nueva York
en el que lo hacía incluso la más clásica-conservadora de todas, Charlotte)
pero muchas mujeres aún se sienten mal si hacen esto. La mayoría de los
hombres se siente incluso mejor, más macho, por tener varias parejas sexuales.
A muchas mujeres es que ni se le pasa por la cabeza que el chico con el
que lleva un tiempo quedando y con el que no ha establecido este tipo de reglas
de pareja (y que por lo tanto piensa que tiene todo el derecho del mundo a
hacer lo que quiera, porque efectivamente, aún no son pareja), no sólo está quedando con ella.
El hombre con tendencias homosexuales, el "hetero curioso" emparejado. No estoy hablando de homosexuales que lo tienen asumido y se juntan con mujeres para disimular. El hombre heteroflexible no es gay. Jamás se ha enamorado de otro hombre. Está con mujeres pero tiene tendencias homo que saciará buscando contactos en la web con otro hombre autodefinido gay y que está en busca de alguien con ese perfil. ¿He dicho que está emparejado y que le está poniendo los cuernos a su novia?
El Hombre Divo. Descrito en este artículo.
Ya está bien.
Aquí acabo los 20 puntos más criticables del soltero común español. Espero que esto sacie el hambre de la amable
lectora que me retó a ser auto-crítico con los hombres. Algunas de estas
descripciones son aplicables también a
mujeres (por ejemplo, mentir para conseguir lo que se quiere no tiene
género, ser egoístas tampoco) pero aquí he resumido los puntos que le diría a
una hermana menor imaginaria cuando empezara de cero a jugar en esta “guerra”.
No me odies por lo que pongo aquí. No odies a los hombres. No odies a las
mujeres. Busca alguien honesto que quiera más o menos lo mismo que tú. Sólo
necesitas a uno de entre todos esos para tener pareja estable, si es lo que
buscas. Y no te olvides de divertirte por el camino. Si no lo estás haciendo
ahora, toma unas vacaciones del sexo contrario ¡y vuelve con más fuerza!
Aquí yo veo más crítica de fondo a las mujeres que a los hombres...
ResponderEliminarjajaja, supongo que soy hombre y no puedo abstraerme de ello!
EliminarHelena Sandoval González, ¿has probado en entrar en otros blogs más enfocados para las mujeres? No voy a hacer publicidad de esos sitios, pero todos los conocemos... y en ellos a veces reflejan a los hombres como seres simples, facilones y obtusos...
ResponderEliminarCierto que a veces el amigo Carlos se pasa un poco, pero me alegra ver que existe un blog donde se defiende al hombre heterosexual, aunque tarde o temprano tacharán al blog (y a su creador) de machista y misógino... porque los hombres heteros somos el enemigo irracional y agresivo que sólo quiere aprovecharse de vosotras... ¿verdad, Helena?
esta relación de descripciones se ajusta bastante a la realidad de treinta y pocos que me rodea, estoy hasta las narices de esa discriminación positiva que se nos conceden y que muchas, muchas mujeres manipulan a su antojo sin descaro para su propio beneficio, desde vapulear como marionetas a sus parejas hasta utilizar a sus hijos como moneda de cambio adornándolo todo con un victimismo acojonante... estas aptitudes hacen que me avergüence profundamente de ser mujer, pero también me surge la gran pregunta de porqué hay hombre que lo consiente, qué ganan siendo tan permisivos... esto es algo que debatimos muy a menudo con mis colegas, quién tiene la culpa nosotras por pedir lo imposible y ser unas arpías o vosotros por ceder sin ni siquiera rebatir vuestra opinión y ser unos peleles... no sé, porque ante el vicio de pedir está la virtud de no dar...
ResponderEliminaren fin, el gran enigma.... pero sigo pensando que aunque abunden especímenes que malentiendan y degeneren las relaciones, existen las grandes excepciones que hacen de esta vida algo realmente interesante, para lo que hay ser valiente, selectivo y estar dispuesto a arriesgar fuerte sin temor
muchísimas gracias de nuevo por saciar mi petición donde encontré una nueva glosa a los aspecto de los hombres que tanto nos desquician... y me despido igual que empecé, citando a Julio Córtazar: " Lo que muchas gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio".