¿Sacamos al macho rudo o nuestra parte delicada? |
“No sabéis tratar a las mujeres”, me dijo indignada.
Ya estamos otra vez. Esta frase debe decirse como miles de
veces a lo largo y ancho del mundo cada día. ¿Y cuántas veces nosotros decimos “No
sabéis tratar a los hombres”? ¿Algún hombre ha soltado semejante recriminación
a su novia o amante?
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Este
artículo lo estás leyendo en un blog personal así que es tendencioso, inexacto
y de brocha gorda. Puede que tú, tu pareja o tus amig@s no seáis así. Cualquier opinión respetuosa será bienvenida al final.
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Creo que, debajo de este asunto, se encuentran dos puntos
importantes. Por una parte la psicología de algunas féminas hace que traten de
conseguir lo que quieren:
1- Sin esforzarse (consiguiendo que lo haga otro)
2- Escondiendo sus auténticos deseos
Esto, que también les pasa a algunos hombres pero que veo
más repetidamente en mujeres emparejadas, las lleva a dejar en las manos de Él algunas decisiones o trabajos, rechazando hacer algún tipo de decisión consensuada, pero esperando que tenga en cuenta sus deseos y sutiles
insinuaciones y que acabe decidiendo lo que ella quiere. Cuando el hombre cree
tener el mando y lo ejerce se encuentra con el descontento de su partenaire. Es una especie de “yo mando en la sombra” pero él manda de forma
aparente. Ella ha dado a entender lo que quería de forma tan sutil que él no lo
ha visto. Follón a la vista. Mi conclusión es siempre “El que no llora no mama”.
En la cama el tema se complica más |
El segundo punto tiene que ver con la creencia, que veo muy
extendida, de que todas las mujeres quieren ser tratadas igual. Las mujeres con
las que he tenido este conflicto piensan que la forma que ellas quieren ser
tratadas es la misma para todas y que si no lo hacemos de esa manera es que no
hemos tratado suficiente con otras mujeres y no hemos aprendido. Y en realidad
es al revés, cuantas más mujeres conoces más te das cuenta de que cada una es
un mundo. Una se enfada si no la llevas en coche y al día siguiente otra se
enfada porque insistas en hacerlo, argumentando que no es una inútil
y que también sabe conducir o coger el metro. Te acuestas varias veces con una mujer que desea
ser acariciada en su zona más íntima de la forma más sutil y esponjosa y la
siguiente mujer se aburre de que lo hagas así. Una mujer te suelta indirectas
indignada porque sólo hacéis posturas en las que no os veis de frente, como
insinuando que es poco romántico e impersonal y la siguiente evita hacer
misioneros sugiriendo siempre posturas perrito en plan salvaje. La de más allá
necesita velocidad tortuga, besos y caricias mil para llegar al orgasmo y a la de más acá la
mantendrás más tiempo a tu lado si sabes cómo darle azotes y estirarle del
pelo. La rubia quiere que la abraces después aunque haga un calor infernal. La morena se aparta sultilmente, esperando que no tardes mucho en marcharte...
No hay reglas y yo al final ya voy con tanto cuidado que
parezco un pelele, por lo que si me cruzo con una cañera y no reacciono a
tiempo, la pierdo. Y si soy pelín cañero con una tranquila se puede pensar que soy un
capullo y que no la respeto. Probablemente las dos, llegado el momento, me recriminarán que es que “no
sabemos tratar a las mujeres” y yo resoplaré mirando al cielo pidiendo paciencia.
Te encontre por causalidad, buscando opiniones sobre Badoo. La verdad, tu portura sobre todas las "historias" me parecieron interesantes, frescas y bastante transparentes; tan asi, que ya voy leyendo varias de ellas.
ResponderEliminarQuizas decidi dejarte un comentario justamente en este articulo, porque me transmitiste tu incertidumbre sobre como somos y que queremos. En cierto punto tenes razon sobre algunos temillas, pero en otros quizas deberias dudar menos sobre como actuar con una mujer. No son todas tan complejas, simplemente debes aprender a captar que juego es el que se plantea con cada una y luego actuar en consecuencia. Muy en el fondo todas queremos lo mismo y no es exactamente el principe azul, eso es cuando somos niñas y ya ni tanto.
Suena agotador y muchas veces lo es, (hace que querramos mantenernos solteros por el resto de nuestra vida). El arte de las relaciones es bastante amplio, pero basicamente es un tire y afloje cual gato que persigue al raton o como desde pequeña me dijo mi padre, Las relaciones son como pescar. tiras la linea, tensas, relajas, esperas, volves a tensar hasta que pica.
¿A vos te gusta pescar?... Quizas comience a ser tu deporte favorito de ahora en mas...
Saludos.
Lara Martens.