Atrapado en el Tiempo
Phil es un hombre amargado, cenizo, un compañero tóxico. Hasta que un día descubre que todos los días son el mismo, atrapado en un pueblecito perdido de la mano de Dios. A partir de ahí, el director lo lanza a infinitas situaciones cómicas, mientras de fondo nos lanza una pregunta que nos revuelve: ¿qué demonios estáis haciendo con vuestras vidas? ¿Qué haríais vosotros si el mañana no existiera?
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Imagen generada por IA |
Phil pronto olvida lo que es tener miedo: puede robar, destruir, zampar sin remordimientos, seducir con ventaja y corregir errores cuando vuelva a sonar el despertador. Puede sentir odio y rabia ante una situación por la que al “día siguiente” sentirá ternura. Porque, al final, todo depende del cristal con que afrontamos nuestros días.
Así que esta película es un canto a la vida, una oda a la constancia, un empujón fresco que nos dice: vuelve a empezar donde caíste. Haz lo que te nace, lo que te vibra por dentro. Deja de escuchar a esa sociedad ruidosa que te dice lo que debes desear. Porque eso, también, es una ilusión.
Y, curiosamente, al terminar de verla, me di cuenta por primera vez que sí… también es una peli de chico conoce a chica.
Redonda.
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