Da igual donde vayas. Compres donde compres la moda es un niño malcriado que espera obediencia. ¿Quieres pantalones rotos? Este año sólo están disponibles los de pitillo. ¿Quieres pantalones piratas? No se llevan esta temporada. Y si no, no pasa nada. Sólo tienes que esperarte al año siguiente. Y ves rezando para que el gurú que decide qué es guay y moderno tenga a bien de resucitar un estilo que no te parezca horroroso.
Cuando da la casualidad de que se pone de moda algo que te gusta vas a encontrarte al año siguiente con el consiguiente problema: vas a estar pasado de moda. No es que esto me quite el sueño pero me cabrea que la gente acepte como dogma de fe que algo sea bonito o feo, aceptado o deleznable el hecho de que se venda en las tiendas.
Cuando tenía 16 años me compré un chaquetón. Uno de mis mejores amigos me reconoció días después que al verlo se quedó horrorizado pensando que era una de las peores herencias de ropa que puede sufrir cualquier chaval con muchos hermanos y primos, un producto alejado en el tiempo carente de gracia, un trapo que enterrar bajo el más profundo de los armarios. Sin embargo al pasarse por las tiendas vio que todos eran así y pasó a aceptar como normal lo que su propio juicio no había aceptado. ¿Por qué? Porque lo dicen los demás, y si lo dicen los demás será bueno. Aunque te siente mal ese pantalón de cintura alta, aunque el culo bajo te parezca horrendo, aunque lo que tú querías era un pantalón largo. ¿Ah, que no hay en toda la tienda, en ninguna tienda?
Quizás haya que probar las tiendas de 2ª mano... o pasearme más por las tiendas que no son del imperio Inditex... o pagar mucho más por ropa "especializada"... al final delegaré en la novia, como hace todo el mundo y dejaré de protestar.
Más bien no.
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