“Todo Sherlock Holmes”, obras completas

Sir Arthur Conan Doyle - Ed.Cátedra - 1661 páginas – 7ª ed. Enero 2010 –  42,50€

Jesús Urceloy - Introducción, notas, apéndices e índices.

Sherlock Holmes ha desaparecido junto a las cataratas de Reichenbach. Acabo de terminar  El problema final, el relato que dejaba huérfanos a todos los lectores de este personaje en 1891.

Pero tranquilos porque voy por la página 1027 de este tochazo, “Todo Sherlock Holmes”, así que el detective privado de pipa y costumbres victorianas no ha muerto, al menos no del todo. Porque esta edición de la obras completas de uno de los más famosos personajes de la literatura está ordenada de forma muy curiosa. En lugar de seguir la cronología de publicación sigue la edad teórica del personaje. Así que no puede haber muerto, aunque su autor y sus lectores pensaran hace 120 años que sí.

 La edición que tenemos entre manos está cuidada al detalle. La letra tiene el tamaño perfecto teniendo en cuenta la cantidad de material a reunir en un único volumen. La finura de las hojas no llega a ser papel biblia por lo que pasar las páginas no es un problema. Los extras añadidos son dignos de la colección completa de los Dvds de El Señor de los Anillos: anécdotas, relación de todos los casos oficiales, comentarios de cada una de las aventuras, relación de los personajes, estadísticas… Un gustazo para el que gusta de leer lo que está hecho con buen gusto. Sigo que me engancho con las palabras…

Sherlock Holmes es perfectamente humano. Por encima de personajes copia del siglo XXI como Gregory House o el Mentalista la resolución de los casos es perfectamente creíble, una vez Watson escucha las deducciones de su amigo. Sin embargo no deja de sorprender caso tras caso. Que imaginación más grande tenía Doyle.

Leer la obra original permite mucha más profundidad (1600 páginas de profunidad J ). El personaje no cae bien en algunos momentos de soberbia contenida en el que ves que está haciendo un gran esfuerzo por no “rebosar” ante los demás, sobre todo ante un eterno Watson que aguanta carros y carretas. Recuerdo especialmente un caso en el que Holmes, por obligaciones “de guión”, machaca brutalmente a su compañero haciendo un análisis de cómo lo ve. En teoría lo hace para engañarle y resolver el caso, pero el autor es lo suficientemente ambiguo para dejarte con la duda.

Holmes es un personaje asocial, asexual, camaleónico y drogadicto. Las obras que le han retratado en el siglo XX casi siempre le tratan como mejor persona de lo que es. En algunos casos la amabilidad de Holmes parece sólo cortesía hacia sus clientes. El desinterés por todo lo que no tenga que ver con sus casos es constante, retratándolo como un claro workaholic. El desprecio  por la policía sí está bien retratada en las películas y su posible relación homosexual con Watson es deliciosamente sutil. Porque sin decir nada, más allá de no hablar de mujeres excepto algún comentario machista sobre el matrimonio o por alguna digna contrincante, lo único que te hace pensar en ella es que 2 hombres viven juntos. Ni siquiera en el problema final, en el que Holmes sabe del gran peligro que corre su vida y en el que agradece a Watson todo su apoyo y amistad a lo largo de los años se ve claramente nada de nada. Pero se huele en el ambiente que hay una “amistad profunda”. Será que  tenemos la mirada “sucia”…

Voy a limpiar mis gafas, aún me quedan 600 páginas por leer.

Impecable.